Como bien saben si han estado siguiendo este blog, el objetivo principal del mismo es mantener la mente activa en estos tiempos difíciles. Yo, a través de la escritura y ustedes. a través de la lectura de lo que se me ocurra escribir. Y una de las formas más eficaces para esto, es a través de la nostalgia, de recordar eventos, personas y lugares del pasado. Especialmente ahora que tanto añoramos ese pasado donde podíamos salir y no teníamos la presión que tenemos hoy. Es por eso que el día de hoy quisiera contar mi experiencia creciendo en un pueblo pequeño, además de algunas ventajas y desventajas que esto conlleva.
Al hecho de haber crecido en un pueblo pequeño, debo agregar que no lo hice en la zona urbana sino en un ambiente rural aunque relativamente cercano al pueblo. Lo cual fue algo chocante cuando me trasladé a la ciudad debido a los grandes contrastes que representó ese cambio en mi vida, pero eso lo contaré en otra entrada. Por lo pronto, vamos al grano.
1. Tranquilidad
Lo primero que se experimenta en un lugar como en que crecí es la tranquilidad. Se puede caminar tranquilo por las calles incluso a altas horas de la noche sin ningún tipo de temor o inseguridad. O al menos así lo era mientras crecía, no sé qué tan diferentes sean las cosas hoy. Pero me atrevería a decir que comparado con una ciudad grande, o incluso con una mediana. La seguridad sigue siendo bastante aceptable. Esta tranquilidad permitía que los juegos de la infancia se extiendan por horas y horas, hasta casi entrada la noche, y en algunos casos continuaban hasta ya entrada.
En este punto es necesario hacer un contraste con las condiciones de la ciudad. Debido a la inseguridad es muy difícil que los niños puedan jugar mucho en la calle y menos de noche. Por lo que quienes crecimos en un pueblo pequeño somos muy afortunados de haber podido disfrutar de una infancia así.
2. Cercanía
En un pueblo pequeño todo queda cerca. Por lo que se puede llegar caminando casi a cualquier parte dentro de la zona urbana. Pero si no se quiere caminar, en muchos pueblos existen alternativas como moto ratones o tuk tuks que por un precio muy bajo pueden ser una gran alternativa para transportarse. De cualquier manera, en este tipo de pueblos no nos complicamos con transportes masivos ni aplicaciones de transporte. Es más, ni siquiera taxis. Todo lo hacemos a pie, en bicicleta, o en transportes realmente simples.
3. Familiaridad
En un pueblo pequeño, puede que no todo el mundo conozca tu nombre. Pero una gran mayoría sabe que eres "El hijo de..." o "El nieto de..." De aquí el famoso dicho de "Pueblo pequeño, infierno grande" Ya que si bien, no todos te conocen. Existe una gran posibilidad de que conozcan a algun miembro de tu familia, lo cual es un imán para la proliferación de chismes y todo tipo de información falsa. Pero, ¿Por qué lo cuento como una ventaja? Pues...A pesar de los chismes que se puedan generar, siempre verás una cara conocida en la calle. y a pesar de todo, estas personas te saludan siempre con una sonrisa. A diferencia de la ciudad donde no eres más que uno de los miles de transeúntes que recorren las calles cada día.
4. Vacaciones
Muchas personas pasan sus vacaciones en estos pueblos. Pero para los habitantes de ellos, el lugar definitivo para vacacionar era la ciudad. En casa de algún familiar. Podíamos disfrutar lo mejor que la ciudad ofrecía en cuanto a actividades, sin necesidad de vivir todo el tiempo en ella. Así podíamos disfrutar de algo diferente y regresar a nuestro hogar con todas las energías recargados y listos para continuar con nuestras vidas cotidianas.
Como se podrán dar cuenta, las ventajas son pocas pero significativas. En cuanto a las (la, más bien) desventajas. Solo se me ocurre una, la falta de actividades para entretenerse. Si bien, en una ciudad existe una gran variedad de alternativas. (Cine, teatro, centros comerciales, restaurantes de todo tipo.) En un pueblo, la oferta es más bien limitada. Aunque si lo pensamos, esa falta de actividades de ocio nos obligaba a ser más creativos con nuestros juegos y nos hacía buscar maneras de entretenernos como fuera, por lo que técnicamente sería una ventaja... En fin, ya me estoy enredando.
La conclusión de todo esto es que a pesar de no haber crecido rodeado de las comodidades de la ciudad (Incluso el acceso a internet era muy limitado). Crecimos tranquilos, libres y sobretodo. Felices, y eso es algo que no cambiaría por todas las comodidades del mundo.
Espero que la entrada de hoy haya sido de su agrado. Si creciste en un pueblo, seas consciente de la gran infancia que tuviste, y si creciste en la ciudad. Envidianos, ok no. Nos veremos mañana con una nueva entrada.
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